"De seguir por ese camino, dentro de 50 años probablemente se entrará en una era preantibiótica, debido a la resistencia de las bacterias a los medicamentos que existan para controlarlas, pues las personas podrán morir por infecciones que en la actualidad tienen cura”, comentó José Julián López –director del Centro de Información de Medicamentos de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.)– ante los resultados de tres estudios sobre polimedicación presentados por el profesor Jorge Machado, de la Universidad Tecnológica de Pereira. 

Esta semana la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional publicó un articulo sobre el tema y "los estudios" que se expusieron durante la Semana de Farmacia y se realizaron sobre una muestra tomada de un universo de 6,5 millones de pacientes y un promedio de 2,5 fórmulas médicas al mes. 

"Luego de revisar 86.000 fórmulas de abril de 2012, se demostró, por ejemplo, que el verapamilo, de liberación convencional, continuaba usándose en el tratamiento para la hipertensión arterial, pese a que en los años noventa se demostró que este podía incrementar el riesgo cardiovascular", indica la nota periodística. 

Señalan que un muestreo realizado en ocho ciudades "encontró que 7.000 pacientes continuaban recibiendo el medicamento, por lo que su sugirió remplazarlo por otro tipo de tratamiento; tres meses más tarde se encontró que 6.900 de estos pacientes –en su mayoría hombres–, lo seguía recibiendo". 

Los hallazgos establecen que tanto la hipertensión y sus consecuencias cardiovasculares (infarto, insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedades cerebrovasculares), como la diabetes mellitus son las principales enfermedades registradas por pacientes medicados con más de seis fármacos. 

De acuerdo con el docente López también existe riesgo de sobremedicación para tratar enfermedades como migraña, epilepsia, psicosis, depresión, enfermedad maniaco-depresiva (o trastorno bipolar), hipotiroidismo e hipertiroidismo, así como en el tratamiento del dolor. 

Pese a que en el país se editan guías de práctica médica periódicas, estudios de caso demuestran que solo un 30 % de los médicos se adhieren a ellas debido a que –según lo observado– persisten los problemas relacionados con su divulgación.